Antes de que se construyera la fortaleza de Saint-Elme solo existía una torre de vigilancia del siglo IX que se llamaba « Torre de la Guardia ». Permitía que la población se protegiera de las invasiones normandas o bárbaras que llegaban por mar. Algunos historiadores dicen, incluso, que su origen data de la ocupación árabe de Cotlliure (740). El fuerte está integrado en un sistema de defensa más amplio en el cual podríamos contar con la torre de Madeloc, la torre Massana y
Cotlliure.
Durante la cruzada contra los albigenses, el rey de Aragón Pedro II, el católico, tomó partido a favor del Conde de Tolouse. Al final de una guerra desastrosa, los aragoneses, que gobernaban todo el Lenguadoc, tuvieron que ceder sus derechos sobre esta parte del territorio al rey de Francia, Philippe August. En 1258 (tratado de Corbeil 1258), el rey San Luis de Francia abandona sus derechos sobre Catalunya.
El 27 de junio de 1344, el rey de Aragón Pedro IV, el ceremonioso, toma Cotlliure, que dependía por aquel entonces del rey de Mallorca. Emprendió la construcción de fortificaciones al pie de la torre. Más de un siglo después, durante la primera ocupación francesa (1462 a 1493), bajo Luis IX, se reconstruyeron y reforzaron las murallas para albergar una mayor guarnición.
Fue el emperardor Carlos V en 1538 quien decidió construir una estructura defensiva alrededor de la torre de orígen para defender Cotlliure y Portvendres que a su vez defendían Perpignan. Su arquitecto, Benedetto de Ravenne, construyó una fortaleza de seis ángulos capaz de resistir a cualquier artillería de su época ¡con muros de más de 8 metros de ancho! El fuerte se acabó en 1552.
Una vez la región fortificada, el emperardor se dedicó a su objetivo, la reconquista de su herencia borgoñesa. En efecto, su abuela fue María de Borgoña, hija del Duque Carlos, el temerario. Por lo cual las guerras continuaron hacia el este, al norte de Francia, en Franche-Comté y sobretodo en Italia...
El 16 de marzo de 1642, las tropas francesas al mando de Luis XIII y de Richelieu ocupan Cotlliure con el fin de privar a las tropas españoles de Perpignan de cualquier ayuda exterior. El 13 de abril, los defensores del fuerte Saint-Elme se rinden honorablemente al rey de Francia y las tropas españolas se marchan «a buen ritmo de combatiente, la bandera al viento y en silencio ».
La ocupación del Rosselló fue definitiva tras el Tratado de los Pirineos (1659). Bajo Luis XIV, Vauban mejora el sistema defensivo de la región y de Cotlliure en particular. En la fortaleza se cavan fosos y se instalan protecciones (1680). Los españoles, aunque estén vencidos, siguen siendo una amenaza para los franceses.
Durante la Revolución francesa esta región fue un lugar de violentas confrontaciones. En 1793 las tropas españolas volvieron al fuerte Saint-Elme y anularon a las tropas francesas. Seis meses más tarde el general Dugommier aplasta la fortaleza y la guarnición española ¡bajo más de 11000 bolas de cañón! … La fortaleza fue gravemente dañada.
Tras la Revolución francesa el fuerte se convirtió en un almacén militar hasta su desafección en 1903. En 1927 compró el fuerte un mecenas que trabajó con grandes arquitectos (Léon Azéma, Alfred Joffre,...) para darle su resplandor de antaño. Este monumento es privado, registrado en el inventario de monumentos históricos y sigue habitado.
Picasso, un día de paso por Cotlliure se imaginó poder adquirir el Fuerte, pero ¡no estaba en venta!
Desde 1942 hasta 1944, el fuerte fue ocupado por la marina alemana siendo un puesto de observación para anticipar un aterrizaje de los aliados. Durante la retirada de las tropas alemanas Portvendres fue destruida y la fortaleza fue robada. Fue parcialmente reconstruida. Desde el 2000 se han puesto en marcha proyectos importantes tanto en el fuerte, como en los fosos y en los jardines. En 2008 el fuerte Saint-Elme se abrió al público.
La fortaleza de Saint-Elme es una de las raras fortificaciones que se han utilizado durante dos siglos seguidos sin sufrir grandes transformaciones. Es cierto que los mejores arquitectos han examinado sus fundaciones.
Primero, el catalán Francisco Ramiro Lopez que construyó las primeras fundaciones así como las del castillo de Salses, luego el italiano Benedetto de Ravenne que construyó esta fortaleza en forma de estrella con unos muros inclinados de más de 8 metros de ancho. Finalmente, Vauban creó los fosos e instaló unas coronas de ladrillos menguando el peligro que la metralla de piedra representaba para los soldados.
Los fosos de la fortaleza de Saint-Elme fueron instalados por Vauban con la intención de mejorar las defensas exteriores del Fuerte. Concebió grandes espacios para permitirle a la infantería que se protegiera de la metralla. Varios escalones permiten acceder a la contraescarpa frente a la que se instaló un glacis hoy en día arbolado. Esta obra está cubierta de ladrillos rojos.
A parte, se crearon unos jardines en los años 1930. Destruídos al final de la Segunda Guerra mundial, se han ido rehabilitando progresivamente. Contienen plantas que provienen principalmente de México conquistado por Hernán Cortés entre 1519 y 1521 y por el general Carlos V.
Todas ellas provienen de Occidente. Descubrimos alabardas, picas, lanzas, corcescas, hocinos, armaduras, cascos (morrión, capacete, capelina,...), pero también espadas, cañones... Todas estas armas que fueron utilizadas por soldados tienen una historia particular. Franceses, españoles, alemanes, italianos o incluso turcos, como este « Pico de Cuervo » que se utilizó durante las batallas de Granson y de Morat, estas armaduras vestidas en Pavia, en Breda o en Alger. ¡A estos escudos turcos les golpearon en Cotlliure (ocupada por los turcos en 1471), en Granada, en Viena o en Lepanto !
Nuestros guías les harán vivir una epopeya exaltante con pintorescos personajes.